Después de haber tomado unos días de vacaciones, me tocó asistir ayer por la tarde a la graduación del año 2006 de los alumnos del Instituto.
La verdad es que pocas palabras pueden graficar la satisfacción que siente un profesor al ver a sus alumnos recibiendo el diploma. Ver esos rostros pletóricos de orgullo, con la frente en alto mirando a sus familias, ver esas madres con lágrimas en los ojos y el corazón exultante, son cosas que a uno le tocan el alma.
Fueron momentos muy emocionantes.
Felicidades a todos los graduados y especialmente a todos aquellos que en algún momento de su carrera fueron mis alumnos.
La verdad es que pocas palabras pueden graficar la satisfacción que siente un profesor al ver a sus alumnos recibiendo el diploma. Ver esos rostros pletóricos de orgullo, con la frente en alto mirando a sus familias, ver esas madres con lágrimas en los ojos y el corazón exultante, son cosas que a uno le tocan el alma.
Fueron momentos muy emocionantes.
Felicidades a todos los graduados y especialmente a todos aquellos que en algún momento de su carrera fueron mis alumnos.