Aprovechando que un nuevo año se avecina, y que desde hoy tomaré un par de semanas de vacaciones (por lo tanto no estaré en red), les dejo mi saludo de año nuevo.
Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el Cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.
Aquel que se liga a una alegría
Hace esfumar el fluir de la vida;
Aquél quien besa la joya
cuando esta cruza su camino
Vive en el amanecer de la eternidad.
William Blake.
Para todos quienes entregan minutos de su vida recorriendo este blog, les deseo con estas palabras de William Blake que este nuevo relevo en el oficio de vivir se embriague de esperanza.
Que cada imagen que ponemos al final de nuestra mirada, se haga carne en nuestra vida, siempre y cuando sepamos mirar con dignidad y sabiduria.
Que cada meta incumplida no marque esta nueva etapa con la crueldad de su persistencia en la memoria. Hagamos que cada respiro de vida en este naciente año sea un aliciente de esperanza en nuestros corazones.
Así lo expresé hace precisamente un año, y la vida me ha premiado con cuatro hermosos regalos durante este año que se nos va.
Gracias. De todo corazón muchas gracias.
Quiero, por lo demás, agradecer desde este rebelde corazón a mi familia (a la presente y a la que viene en camino), a mis amigos, a mis alumnos, al arte y al diseño por darle sentido a mi vida.
Feliz Año 2009.
Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el Cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.
Aquel que se liga a una alegría
Hace esfumar el fluir de la vida;
Aquél quien besa la joya
cuando esta cruza su camino
Vive en el amanecer de la eternidad.
William Blake.
Para todos quienes entregan minutos de su vida recorriendo este blog, les deseo con estas palabras de William Blake que este nuevo relevo en el oficio de vivir se embriague de esperanza.
Que cada imagen que ponemos al final de nuestra mirada, se haga carne en nuestra vida, siempre y cuando sepamos mirar con dignidad y sabiduria.
Que cada meta incumplida no marque esta nueva etapa con la crueldad de su persistencia en la memoria. Hagamos que cada respiro de vida en este naciente año sea un aliciente de esperanza en nuestros corazones.
Así lo expresé hace precisamente un año, y la vida me ha premiado con cuatro hermosos regalos durante este año que se nos va.
Gracias. De todo corazón muchas gracias.
Quiero, por lo demás, agradecer desde este rebelde corazón a mi familia (a la presente y a la que viene en camino), a mis amigos, a mis alumnos, al arte y al diseño por darle sentido a mi vida.
Feliz Año 2009.