Gian Lorenzo Bernini (Nápoles, 1598-Roma, 1680)
Para Bernini, el Barroco era en sí una metáfora del movimiento. La curva como centro absoluto de la concepción Barroca se manifiesta en su obra de forma desbordante. Dentro de su mente prístina, concebía el Barroco como algo más que una tendencia de la estética de su tiempo. Era una posición frente a la vida, que le permitía trascender el territorio del arte para manifestarse en un modo de conducta intenso y desbordado. La rebeldía de Bernini frente al estado de las cosas en su época es perceptible en su obra con la fuerza de una belleza dramática y deslumbrante. Escultor, pintor, arquitecto, escenógrafo, escritor, músico, supo colocarse por encima del entorno decadente que le rodeaba, para convertirse en estandarte del arte romano que se reivindicaba como el gran teatro del mundo representando en una ciudad y en tiempo real.
Para Bernini, el Barroco era en sí una metáfora del movimiento. La curva como centro absoluto de la concepción Barroca se manifiesta en su obra de forma desbordante. Dentro de su mente prístina, concebía el Barroco como algo más que una tendencia de la estética de su tiempo. Era una posición frente a la vida, que le permitía trascender el territorio del arte para manifestarse en un modo de conducta intenso y desbordado. La rebeldía de Bernini frente al estado de las cosas en su época es perceptible en su obra con la fuerza de una belleza dramática y deslumbrante. Escultor, pintor, arquitecto, escenógrafo, escritor, músico, supo colocarse por encima del entorno decadente que le rodeaba, para convertirse en estandarte del arte romano que se reivindicaba como el gran teatro del mundo representando en una ciudad y en tiempo real.